sábado, 19 de enero de 2013

Fuera de tono

Monté la escena musical de la muerte de Duncan. La ensayé y se la mostré a mi grupo. Amén de los detalles técnicos y de algunos ajustes necesarios a la dirección de actores, al problema más apremiante que emanó de ese diagnóstico fue el del tono. No voy ahora a demorarme en definir qué es el tono. Tono es uno de los conceptos más esquivos del teatro. Se relaciona con los ambientes en los que se desarrolla una puesta en escena, pero también con su tratamiento emocional y, por lo tanto, eso lo vuelve una noción muy difícil de objetivar. Todos los creadores de teatro hablamos de tono, y aunque estamos de acuerdo en más o menos qué quiere decir, no es un concepto acabado que pueda asentarse independientemente del tiempo, del espacio o del sujeto que se aproxima a él.

No obstante, mi escena está fuera de tono. Resulta demasiado festiva, demasiado superficial, demasiado ñoña. Parece que nos hemos olvidado de que MacTocToc es en realidad Macbeth, sólo que bajo un barniz diferente. Digo parece, porque no es así. Conceptualmente todos estamos bastante claros de lo que estamos haciendo, pero algo aún falla al momento de materializarlo. Peirce lo podría poner en términos triádicos muy claros. La cualidad del tono (ground) es clara, pero su secundidad (struggle) está mal lograda, aún se debate entre lo que no debe ser y no llega a ser lo que debe. ¿Qué es lo lógico? Que la ley (thirdness) no es la justa aún.

El problema no es la canción. Stanley Kubric hacía cantar a Alex de Large la icónica Singing in the Rain mientras violaba a la esposa del escritor y funcionaba. ¿Cuál era la lógica? La hiper violencia en oposición a algo que no lo es en absoluto. ¿Qué es lo que hace falta entonces? Que los personajes sean terriblemente violentos. Aún no lo logran, pero tengo una semana para llegar a ese punto. Una opción es usar la versión musical en metal para ver si así el momento pierde candidez. Habrá que hacer la prueba. Hela aquí:

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